Te vi pasar delante mía
y enseguida quede atrapado
en tu mundo, en el que se sonreía,
me enseñaste a sonreír, a estar alegre,
de tus labios a los míos lo que siempre he querido.
Lo que siempre he querido
es simplemente cogerte de la mano, besarte
y puede que así alguna vez lo celebré.
Besarte hasta el anochecer
y que por la mañana sean tus besos
los que me despierten,
y tener la sensación de que un ángel me ha llevado.
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