Un nuevo día empieza con contento
Sol que los labios dora, da su rojo
color de sangre y rosa bella al ojo
que los mira incansable en un aliento,
de tu boca a la mía se derrite.
Se funde tierra y cielo amada mía
en la pasión ardiente que venía
con fuego abrasador, que te transmite
paz y amor con un gesto inofensivo.
Abrázame mujer y no me dejes
nunca, sin ti me pierdo en la mañana
que tu luz al sendero guíe altivo,
y nos conduzca astucia de los pejes
a dar con una flecha a ciega diana.
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