Te he de ver niña, tan blanca y tan pura,
ángel del mismo infierno, aún dormido
el sentimïento que en mi perdura,
¿Cómo no mirarte vida, querido?
No andarnos con regocijos ni ternuras,
pasión, en nuestro mundo colorido,
y no el desamor que tanto dura,
quiero un jardín bonito y muy florido.
Descansa tu cabeza en mi pecho,
abrazándote y aún besándote,
no guardarnos, del pasado, despecho.
Que yo te quïero, querïéndote,
esforzarte, quedando insatisfecho,
que yo te amo escribïéndote, amándote.
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