Enmudeció su alegre rostro
a golpes callado, llora el rostro,
hecho un vestido de lunares
morados sobre tú piel,
ojos rojizos de tanto llanto,
de tanto sufrimiento que has aguantado.
Yo te digo: Sal de esa tortura
que te consume día a día,
sal como puedas,
sal de pie, de rodillas o a gatas,
la cuestión es salir
porque te acabará matando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario