Pareces ser tú el único
que me quieres de verdad,
siempre a mi lado,
nuestro nudo fuertemente atado.
Por las mañanas mueves tu cola
en señal de felicidad, saltas
a mis piernas para que te acaricie
tu pelo suave, salimos a pasear,
te vas, vienes, te vuelves a ir,
dejarte en libertad
para que corras,
perro querido.
Por las noches te acuestas conmigo,
con el fin de disipar todos mis miedos
y temores, eterno amigo.
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