29 nov 2015

A un duelo literario me han retado

A un duelo literario me han retado
no debiendo callarme en tal ofensa,
pues tengo que decir en mi defensa
que lo acepto mostrándote el ligado

enlace con las letras que he notado.
Dándote una lección de recompensa
por tu temeridad, ya que no piensa
con la cabeza el verso bien armado.

Ya ves, mi profesión al escribir
ejerzo con prudencia y con esmero,
que con cuidado debo conseguir

quitaros pensamiento, ¡majadero!
Con el entendimiento debatir
si es idea puntuarte con un cero.

La desdicha de la muerte

Padezco la desdicha de la muerte
desde el momento en que nací a la vida
dejando todo bien en la partida,
en este mundo vil con mucha suerte.

Debo mostrarme firme a lo que vierte
oscuridad a la existencia y cuida
al difunto en su tumba presentida,
mientras la carne en huesos se convierte.

Vestido de esqueleto me percibo,
aquí, apilado como los demás
muertos en cajas, ven que te recibo

con los brazos abiertos, ¡nunca más!
¿Podrás sentir mis letras, las que escribo
en estos versos muertos, llorarás?

ALICIA GALLEGO (Soneto acróstico de trece versos)

Amiga y compañera del mester
Literario que da su buen criterio,
Incluso a mis sonetos de misterio.
Cada verso se debe componer
Inequívocamente para ser
Adorado en querido cautiverio,
Gasto mi tiempo en escribir enserio
Amores nunca vistos que querer.
Linda mujer que alegra y que sonríe,
Límpida dama hallada en un tesoro
Escogido con todo lo que guíe.
Gustosa diversión que a ciega adoro
O en parte la amistad que te confíe.

La entrega de amor

En blanca perla hallada la querida
dama que quiero a toda costa amar,
redactando el sentir que llevo al mar,
suspirando por ella en esta vida.

¿Vale la pena el acto de que pida
un beso, conociéndote al encarnar
la locura del hombre, al meditar?
Gratificante ser correspondida.

Con pasión nos amamos por la tarde,
llega la noche y continuamos, labios
juntos, acurrucados en el fuego

que nosotros prendimos, y el cobarde
que he sido nunca salga más en sabios
momentos decisivos, pues me entrego.

Los pájaros

Me gusta ver los pájaros volar
en el cielo celeste, me transmite
calma, una sensación de pleno envite
hacia lo bondadoso que disfrutar.

Agradable sentir al escuchar
el canto de las aves, ¡qué deleite
más bello a los sentidos! Y se admite
sin ninguna sospecha al entonar.

Abrir las alas bellas y queridas
volando sobre el mar queriendo amor,
emigrando se van a otro país.

Para volver al año con nacidas
crías, las que emprendieron por honor
el vuelo en la ciudad, si consentís.