14 jun 2015

Corona de sonetos

Nº1

La niña hermosa que es mi amada flor
de primavera en la que siempre paro,
disfrutar tu perfume estando claro
el día. Vestirás con tu color
toda la vida llena del amor
que das por donde pasas, con descaro,
pero a mí no me importa te declaro,
me gusta verte alegre con humor.
Sonriente y bella niña de esperanza
avanzaba, encontrándome en un día
de esos enamorados y amoroso.
Con amor la seduje y estando ansioso,
de tu cuerpo querido en mi alegría.

Nº2

De tu cuerpo querido en mi alegría
tu ser gozoso anhela, declarada
al fuego ardiente que de la mirada
luciente, la pasión se te encendía
en la cara al sentir que no mentía.
Acostados amor de la mostrada
tentación, de la carne eras besada
hasta el amanecer. Y juraría
sobre tu torso, siempre, amor eterno.
Ya amanece y el dorado Sol sonríe
a nuestro paso incluso estando tierno,
astro del cielo en llamas que venía
a saludarme en la mañana, ríe
mi blanca, del amor aprendería.

Nº3

Mi blanca, del amor aprendería
a querer, mi princesa de encantados
cuentos de los castillos acordados,
en la torre, de lo alto valentía.
Corriendo temeroso por porfía
voy a salvarte deprisa, mis centrados
pensamientos a un tiempo era incendiados,
pero con todo te rescataría.
Bella mujer me tiene a pies rendido,
del sueño inalcanzable con descuido
a su suerte abandona el invasor
sentimiento, que ha echado en mi adentro
raíces desde la época, el encuentro
afortunado llena con dulzor.

Nº4

Afortunado llena con dulzor
mi vida, devoción mi amada siento
por ti, no se me nota lo contento
que estoy, mirar debéis al construtor
futuro que es lugar innovador.
Juntos siempre mi amor, ofrecimiento
que la vida me otorga, con tu aliento
y el mío escribiré como escritor.
Como se juntan amorosos labios
que hace efecto insensato, que a los sabios
vuelves de ello al revés. Con el candor
de los años que pasan sin sentido,
tu pecho sepultado y su latido
que me recuerda amada tu sabor.

Nº5

Que me recuerda amada tu sabor
el rojo de manzana que semeja
tus labios bellos, relación compleja
la que tenemos aunque protector
me muestre, quiero todo lo mejor.
Y mi cabeza diga que corteja
cuerpo serrano, el tuyo me aconseja
que lo ame con total y gran fervor.
Mi mano acariciándote la cara
y tu cuerpo encendido que me amara,
me hacen sentir alegre que exhibía
todo el sentir que tengo a buen recaudo.
Que estando sin mi ropa y desnudo
en consecuencia siento tu abadía.

Nº6

En consecuencia siento tu abadía,
corazón que de amor se encuentra henchido,
tu iglesia donde reza el que perdido
en el mundo cayó. Te pensaría
por más que el viejo tiempo tallaría
con paso lento, muerte que lapido
por si viene a llevarte consumido.
Del cielo poderoso brillaría
la luz cruzando bóveda celeste
de azul se tiñe todo, nube aislada
por el viento y figura manifieste
amor de corazón. Que inspiraría
a un poeta, que consta que es rimada
y como resultado es poesía.

Nº7

Y como resultado es poesía
que tu  cuerpo me dicta mi escritura
con el gesto mujer, abreviatura
del amor que nació en el alma mía.
Al verte como el Sol que alumbraría
dentro mía, en tu cara la dulzura
se vuelva caramelo la hermosura
que desprende, la noche que vestía
tus grandes ojos negros en la estrella.
Te quiero, te lo digo con cariño
en un crepúsculo en que mi doncella
daría toda luz a su esplendor.
Aunque me tengas por coqueto niño
por ti seré querida un luchador.

Nº8

Por ti seré querida un luchador
que da su vida y esencia en la batalla,
mi cuerpo atravesando vil metralla
caerá desplomado y vencedor.
Mas estando vencido, el corredor
de la muerte en su intento llega y falla
dejándome viviente, me avasalla
cruel mi rey que del tiempo es quitador.
Con soberana mano me lo quita
en la hora oscura que me espera frita.
Pero tu amor me da una gran firmeza
al tiempo de enfrentarla, percibiendo
tu palma sujetándome durmiendo
y yo feliz sonrío a la belleza.

Nº9

Y yo feliz sonrío a la belleza
que brota y me convierte en un galán,
cuerpos, espíritus que llegarán
al mundo con confianza y la certeza,
de los conocimientos que en cabeza
han de estar. Con cuidado aprenderán
que con tiempo y los años se amarán
sin mirar, yo confinado en tu pureza
y tú mi flor sonriéndome te veo.
Agarrarme la mano del jugueteo
y colócala encima, en tu busto
que engendra vida dentro, en sus entrañas
justo debajo de las dos montañas
de una primera niña, fue lo justo.

Nº10

De una primera niña, fue lo justo
encariñarse de ella al darle todo
lo que me pide. De ningún periodo
se debe permitir y su disgusto
llora con alaridos, deja exhausto
el cuerpo y su fantasma que acomodo
apoyándome en cuna con el codo.
Pero con todo yo me encuentro fausto
por tenerte en mis brazos mi pequeña,
quisiera descubrirte en el que sueña
maravillas. Que oculta en un arbusto
a su sombra mecida te quedabas
y por primera vez a mí me hablabas,
alegre te cogí con grato gusto.

Nº11

Alegre te cogí con grato gusto
querida, que llegaste con flechazos
al corazón que me ata con los lazos
a ti. Que de los años yo te incrusto
mi arte encontrado, tiempo que es vetusto,
aún unidos al amor con trazos.
La escritura mantiene estilo en plazos
que todo se resume en el robusto
corazón, de las púas que cubriéndolo
lo hieren y sangra a mares. Yo sintiéndolo
mucho me voy mi reina, que en destreza
al corazón con vil temor oprima
mi sentir, resultando pues la rima
que a escribirse en papel mi blanca empieza.

Nº12

Que a escribirse en papel mi blanca empieza
tu sonrisa, quriéndote escribir
todo el tiempo que alcance mi vivir
y de la noche saco tu riqueza.
Me haces esclavo de la realeza
y das algún sentido a mi existir,
tu figura sencilla difundir
por el mundo, señora de nobleza.
Dama gentil que lleva de la rosa
su color y su aroma matutino,
miradla en su vestido blanco, hermosa.
Procuras ser perfecta pero humana
eres al caminar en el camino
que a todos trae de la edad lejana.

Nº13

Que a todos trae de la edad lejana
el tesoro del cielo que no sé
que es, y que el gran enigma investigué
sin cansancio y demora del mañana,
segando la sustancia de la anciana
etapa. A todos sin dudarlo hablé
sincero y sosegado, mencioné
la muerte que parece siempre sana.
Lo niego declarando mi actitud
a fuego escrita en mi virtud
de rebelde. De la hora que temprana
se venía al terrible llanto oscuro,
de alegría inundaba, le procuro,
cada esquina que veo de fulana.

Nº14

Cada esquina que veo de fulana
me recuerda un tiempo de mi pena,
aquel inmenso mar de mi sirena
me acompañaba el día en mi ventana.
De la muerte difunta ciudadana
que a su criterio malicioso ordena,
y el tiempo al rostro joven envenena
en la edad, la hermosura que profana.
Y si puedes descansa muy feliz
y deja en el planeta cicatriz.
Tristemente me torno pensador
al pensar que quizás mi torso muerto
de la muerte tal vez, no me despierto.
La niña hermosa que es mi amada flor.

Soneto madre

La niña hermosa que es mi amada flor,
de tu cuerpo querido en mi alegría,
mi blanca, del amor aprendería.
Afortunado llena con dulzor
que me recuerda amada tu sabor,
en consecuencia siento tu abadía
y como resultado es poesía.
Por ti seré querida un luchador.
Y yo feliz sonrío a la belleza
de una primera niña, fue lo justo,
alegre te cogí con grato gusto
que a escribirse en papel mi blanca empieza.
Que a todos trae de la edad lejana
cada esquina que veo de fulana.

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