A un duelo literario me han retado
no debiendo callarme en tal ofensa,
pues tengo que decir en mi defensa
que lo acepto mostrándote el ligado
enlace con las letras que he notado.
Dándote una lección de recompensa
por tu temeridad, ya que no piensa
con la cabeza el verso bien armado.
Ya ves, mi profesión al escribir
ejerzo con prudencia y con esmero,
que con cuidado debo conseguir
quitaros pensamiento, ¡majadero!
Con el entendimiento debatir
si es idea puntuarte con un cero.