La vida en intervalo marcesible
perderá su color de plateada
virtud y, de su edad, de la dorada
juventud se os evoca lo inflexible.
Insulsa norma, condición terrible
de la llama prendida que es segada
por maliciosa mano de negada
medicina, de forma imprevisible.
Los huesos al sepulcro ya cansados
por el paso del tiempo en la aporía,
que deja padecer maldad de estados.
Dejad la tumba al astro que en el día
reinaba sin piedad en los llorados
rostros con toda su melancolía.
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