No sé que tienes dulce amor que llenas
mi corazón, te siento como ayer
abrasando mi pecho en su querer,
de tu real figura me envenenas.
Dejadme daros vida en mis condenas,
las que recibo alegre en el mester
que me dicta los versos por placer
en la pasión escrita con cadenas.
Ya que me aferro a tu persona, chica,
convirtiendo mi lucha en sentimientos
queridos en mis letras, se os explica.
He empezado a construir los monumentos
de mi amor y pesar que llevo, heroica
mujer por devoción en mis cimientos.
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