Soy un adicto al dolor,
al estar encadenado
a ti mi más bella flor,
el corazón ilusionado.
Con mis poemas,
con lo que escribo,
con mis sentimientos
no correspondidos,
con todo y mucho más te escribo.
Te escribo por lo que ya sabes,
me gustas y te quiero,
porque no puedo evitar ver
cuando miro el cielo nocturno
tu rostro dibujado en la Luna
ni tampoco las estrellas que juegan contigo.
Imaginarte en tu cama
y que de algún modo pienses lo mismo,
que caigas en el hechizo durmiente
de la noche y despertarte
en la mañana con una sonrisa.
No puedo evitar pensarte,
porque me moriría sin ese fuego
que en mi enciendes,
ese cálido sentimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario