Escribir de los mundos nunca vistos,
desatar del amarre que lo tiene
preso y dejar el barco en puertos listos
en mi imaginación. Que no se frene,
que avance en agua, en tierras del país
y de vuelta me traiga nueva historia
que escribir, del paisaje en que vivís.
Que me relate lo que ve en la euforia,
en cara al sonreír. De cada esquina
sus tradiciones, su vivir honesto
y despreocupado, su doctrina.
Ya corro a redactar con paso presto,
que vuela el tiempo aquí veloz sentado
delante del papel abarrotado.
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