Va la noche llorando sus amores
dentro del alma mía, edad lozana
de juventud vivida tan cercana
a la mía. Deseo de las flores
abrirse paso al pétalo, hermosura
que mis ojos no creen. Lisonjera
mujer que al Sol luciente se irrumpiera
tu cara, deseada la figura
que en tu cuerpo dibuja con esmero
el lápiz, conquistando el corazón
mío amor. Consolado yo difiero
entre la vida y la robusta muerte,
dejándome encerrado en la prisión
de adentro al padecer la dicha suerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario