6 jun 2014

El gato

Me miro desde arriba
desde la ventana
donde estaba recostado,
con sus grandes ojos y su mirada
que parecía en mí entrar,
sus resplandecientes ojos. 

El gato era negro
y podía distinguirse por
sus preciosos ojos
de tonalidad amarillo verdoso.
Aquellos radiantes ojos
tenían un efecto en mí
poco habitual, me quedé mirándolo
y él hizo lo mismo como si nos
hipnotizáramos el uno al otro. 

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