Es sueño valeroso del dichoso
que a soñar se atreve con tu gran cuerpo,
el cual en sueños con la mano parpo
recorriéndolo hasta tu corazón.
Donde sin querer coloqué en tus brazos
mi cariño y fue mecido, en el labio
su cobijo, un sentimiento soberbio,
pues fue de amor el gesto en la pasión.
Es esencia la que bebes de llama,
que me apaga, que se enciende a su antojo,
y es dicha de alegre ser en amor
querer a quien buenamente se me ama,
de la pupila del luciente, mi ojo,
te está llamando con su gran clamor.
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