Te amo, como la nada, en este mundo,
Eco de la grandiosa voz que suena,
Quiere besarte en labios, que inundó
Una sirena de la mar la arena.
Ideal compañera, en lo profundo
Engaña de la noche, la veintena,
Real edad de la doncella, fecundó
Oriente y occidente con su buena
Mercadería, su cuerpo a la música
Invita, a tocar sus muchos acordes,
Acariciando la elegante chica.
Mi amor para siempre, correr por vida,
Obligatoria mirada y te acuerdes,
Romántica e indómita en noche gélida.
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