Soy un naufrago
que nunca verá el mar,
aun estando rodeado
de ella, no veré nunca las olas
que se forman
mar a dentro,
nunca podré besarte
y a un menos abrazarte,
mujer querida,
en mi quimera
eres la primavera.
Al anochecer descansa,
querida,
que yo por ti velaré.
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